martes, 8 de enero de 2013

La soledad frente al odio.



El tiempo del silencio que invade el odio


Refleja un rostro gris nublado de lágrimas

Que poco a poco se derraman en mil almas.


Las paredes oscuras aterrorizan mi vida

Sin dejar que escapen sueños y metas;

Dejando un vacio y un gran tristeza.

La sangre que fluye por mi cuerpo


Envenenada de odio y rencor, se hacen más fuertes 
Y lastiman mi corazón.



Sin una luz, ni un resplandor

Que ilumine mi camino;

Solo un tren de amarguras

Que transitan sin ataduras.


Abro mis ojos y me encuentro aun dormida

Mis palabras y pensamientos no tienen salida;

Y aunque hoy no hay un lugar para mí

Al mirar atrás siempre estaré hay.


Grito mi nombre y no tiene sentido

Un alma y un corazón ya cansado y destruido,

Solo una sombra es lo que e refleja

Al hablar y no encontrar respuesta.



Any

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