El tiempo del silencio que invade el odio
Refleja un rostro gris nublado de lágrimas
Que poco a poco se derraman en mil almas.
Las paredes oscuras aterrorizan mi vida
Sin dejar que escapen sueños y metas;
Dejando un vacio y un gran tristeza.
La sangre que fluye por mi cuerpo
Envenenada de odio y rencor, se hacen más fuertes
Y lastiman mi corazón.
Sin una luz, ni un resplandor
Que ilumine mi camino;
Solo un tren de amarguras
Que transitan sin ataduras.
Abro mis ojos y me encuentro aun dormida
Mis palabras y pensamientos no tienen salida;
Y aunque hoy no hay un lugar para mí
Al mirar atrás siempre estaré hay.
Grito mi nombre y no tiene sentido
Un alma y un corazón ya cansado y destruido,
Solo una sombra es lo que e refleja
Al hablar y no encontrar respuesta.
Any
No hay comentarios:
Publicar un comentario